Yo te llamo...
Me parece injusto el que siempre sepas las palabras correctas para olvidar lo malo, el que sepas como hacer que tu mano siempre encuentre el lugar adecuado. El que tu sonrisa siempre me haga no decirte nada y que te deje ir sin un pecado en mano y el que siempre digas luego cuando yo se que no volverás a cruzarte en mi mundo, que prometas cosas que nunca me cumplas y que me hagas creer que todo cambiará de pronto, y mil ilusiones caerán y tu nunca estarás.
Pero así es…..
Desierto
Nace como un sueño, una poesía, una romántica ilusión de dos que creen a su manera en la libertad y saben que juntos no necesitan un mundo para vivir, porque ya han creado uno.
No puedo creer esa hermosa sensación de estar contigo y haber dejado todos los sueños y oportunidades por una que lo abarca todo y tiene tu nombre, olvidar tu pasado y volar sin ataduras, sin pensar en dónde esta el fin de esta carretera, y solo conducir y conducir explorando cada esquina cada rincón y amaneciendo cada mañana con tu aliento sobre mi mejilla y haciéndote el amor entre la arena y el silencio. Siempre supe que el desierto sería así, solo tu sonrisa y la inmensidad que hace escuchar cada latido de mi corazón casi puedo escuchar los tuyos y los confundo y pienso que hemos alcanzado el grado perfecto de sincronización o solo un corazón late para los dos.
Y tu cuerpo desnudo y lleno de tierra, ya eres parte de la duna, una orgía de sentimientos que confunde cuerpos y se mezcla en la naturaleza formando parte del desierto y disfrutando cada ráfaga de aire que nos recuerda que estamos vivos y que no es un sueño. Haciendo tu boca, tu lengua, gotas de humo que adornan, donde no hay nada, y cada beso que disfruta el deslizamiento en tu mejilla y cubre todo, hacen del silencio el canto del amor.
Y se interrumpe y se acaba como cuando despiertas de un buen sueño e intentas volver a dormir intentando regresar justo a dónde te quedaste, pero ya es imposible o como cuando acabas de leer ese libro que hubieras deseado no acabar, y sabes que te falta algo porque es el fin y no quieres que así sea porque sabes que no lo volverás a vivir.
